Conversión ecológica
Qué es y qué no es la «conversión ecológica». ¿En qué consiste? ¿De qué va la conversión ecológica?
- La «conversión ecológica» es un cambio profundo de mente, corazón y estilos de vida: nos lleva a relacionarnos de manera nueva con Dios, con los demás y con la creación.
 - No es una moda “verde” ni un apéndice snob, afecta la espiritualidad, la ética y las decisiones concretas que tomamos cada día.
 - Es pasar de 'usar' la Tierra como un recurso inagotable a reconocerla como casa común y don recibido.
 
Muchos son los problemas que tiene la familia humana. Algunos, ajenos a nuestra voluntad. Otros, responsabilidad nuestra. En nuestra “casa común” un número creciente de personas no pueden experimentarla como tal, porque se ven rechazadas, excluidas, desechadas. Ello expresa la incapacidad de nuestro mundo para dar verdadero valor y significado a la convicción que todos pertenecemos a la misma familia humana viviendo bajo un mismo techo. Ciertos estilos de vida desarrollados por pequeñas minorias y ciertos modos de gobernaza testosterónica están rompiendo y poniendo en peligro la armonía y el equilibrio de unos mínimos consensos globales no sin esfuerzo alcanzados a nivel planetario. La «Creación» entera gime ante las heridas que le infligimos con nuestro actual estilo de vida.
  La familia cristiana consciente de que «la creación» es un don gratuito que se nos ofrece a los humanos y del deterioro de nuestra relación con la naturaleza se une a otras tantas voces que claman a nivel planetario ante tan peligrosa deriva. Una invitación a progresar en nuestra “conversión ecológica”. Se trata de “convertir” los modelos de consumo y producción, así como los estilos de vida, en una dirección más respetuosa con la creación y con el desarrollo humano integral de todos los pueblos presentes y futuros; un desarrollo fundamentado en la responsabilidad, en la prudencia/precaución, en la solidaridad y la preocupación por los pobres y las generaciones futuras. 
El Espíritu de Dios es capaz de transformar el desierto, árido y reseco, en un jardín, lugar de descanso y serenidad: «hasta que sea infundido en nosotros un espíritu desde lo alto. Entonces el desierto será un vergel y el vergel parecerá un bosque. En el desierto habitará el derecho y la justicia morará en el vergel. La obra de la justicia será la paz, y el fruto de la justicia, la tranquilidad y la seguridad para siempre. Mi pueblo habitará en un lugar de paz, en moradas seguras, en descansos tranquilos» (Is 32,15-18).
Se trata de un anuncio de extraordinaria actualidad. En diversas partes del mundo es ya evidente que nuestra tierra se está deteriorando. En todas partes, la injusticia, la violación del derecho internacional y de los derechos de los pueblos, las desigualdades y la codicia que de ellas se derivan producen deforestación, contaminación y pérdida de biodiversidad, desolación y muerte. Hoy en día, la paz está amenazada por el armamentismo, los conflictos regionales y la falta de respeto a la naturaleza. La raíz de esta crisis no es solo técnica o política; es una crisis moral profunda. Cuando se pierde el sentido de la dignidad humana y el valor de las criaturas, aumenta el desinterés por los demás y por la tierra.
Jorge Reyes
¿Qué es la conversión ecológica? ¿En qué consiste?
La conversión ecológica es un cambio profundo de mente, corazón y estilos de vida que nos lleva a relacionarnos de manera nueva con Dios, con los demás y con la creación. En términos sencillos, es pasar de “usar” la Tierra como un recurso inagotable a reconocerla como casa común y don recibido. Este cambio supone gratitud, responsabilidad y justicia con las personas y con los demás seres vivos.
“Solo volviendo al corazón puede darse una verdadera conversión ecológica. Debemos pasar de la recopilación de datos al cuidado; y del discurso ambiental a una conversión ecológica que transforme los estilos de vida personales y comunitarios” (León XIV)
La conversión ecológica consiste en reconocer que el cuidado de la creación no es solo un asunto ambiental, político o científico.
Se trata de todo un desafío que exige un cambio profundo en el corazón de las personas, en sus estilos de vida y en sus relaciones con Dios, con los demás y con la naturaleza.
La conversión ecológica surge del mandato de custodiar la creación: cuidar la casa común no es opcional, es una forma concreta de amar a Dios y al prójimo hoy.
El paradigma de la ecología integral intenta unir justicia social, cuidado de la naturaleza y vida espiritual. A lo largo de la última década, este mensaje ha inspirado a ciudadanos de todo el mundo.
El cambio  climático ya no puede ser  ignorado y que se requieren acciones urgentes y coordinadas a nivel global  para enfrentarlo. El problema ya no es solo técnico ni económico, sino espiritual, por lo  que ahora  necesitamos una conversión del corazón para alcanzar una pronta solución al  problema ecológico que enfrentamos en todo el mundo.
    Además de difundir el mensaje, ahora  es más importante que  nunca volver al corazón, pues el corazón, suiguiendo la tradición bíblica, no es  solo el centro de los sentimientos y emociones, sino también el lugar de la  libertad”.
¿Cómo se lleva a cabo?
¿Qué debemos hacer ahora para garantizar que el cuidado de nuestra Casa común y la escucha del clamor de la Tierra y de los pobres no parezcan meras modas pasajeras o, peor aún, que se perciban como temas divisivos?
La conversión ecológica significa pasar de hablar del medio ambiente como si fuera una moda a cambiar los estilos de vida personales y comunitarios, y en el caso de los cristianos esto está ligado directamente a la fe:
- No podemos amar a Dios y despreciar sus criaturas.
 - No podemos ser discípulos de Cristo sin cuidar de la creación herida.
 - Estamos llamados a vivir en armonía con Dios, con los demás, con la naturaleza y con nosotros mismos.
 
“La conversión ecológica implica reconocer que el cuidado de la Tierra es inseparable de la justicia para los pobres y del compromiso por la paz” (León XIV)
¿Qué acciones debemos realizar o promover para el cuidado de la Casa común?
La Conversión ecológica ofrece una respuesta para impulsar y lograr el cuidado de la Casa común, pero requiere de acciones concretas en distintos niveles:
A nivel personal y comunitario (Conversión personal y Conversión comunitaria):
- Adoptar un estilo de vida más sobrio y responsable con los recursos.
 - Educar en la responsabilidad ambiental a niños y jóvenes.
 - Fortalecer una espiritualidad vinculada con el cuidado de la creación.
 - Impulsar proyectos que promuevan energías limpias, reciclaje y consumo responsable.
 
A nivel social y político (Conversión social y estructural):
- Promover leyes y políticas ambientales más firmes a nivel local, nacional e internacional.
 - Apoyar plataformas y movimientos que fomenten una ecología verdaderamente “integral”.
 - Exigir a gobiernos e instituciones que asuman compromisos reales en las cumbres internacionales.
 - Favorecer la cooperación entre comunidades vecinas en el cuidado del entorno común.
 
Qué NO es la conversión ecológica
- No es hablar en un lenguaje como si fuera una moda o un asunto pasajero.
 - No es una moda actual
 - No es solo “reciclar”: sin justicia social y cambio de hábitos, el acto se queda solo en un gesto aislado.
 
La conversión ecológica es, en definitiva, una llamada a responder con esperanza y compromiso a este desafío global que enfrenta la humanidad, y en razón de ello el Papa León XIV lanza una contundente reflexión:
“Dios nos preguntará (algún día) si hemos cultivado o cuidado el mundo que Él creó, para beneficio de todos y de las generaciones futuras y si hemos cuidado de nuestros hermanos y hermanas. ¿Cuál será nuestra respuesta?”.
Fuente: https://www.religiondigital.org/mundo/conversion-ecologica-Leon-XIV-Francisco_0_2821517831.html
Ver también:
Ecología integral: Habitar la Tierra
La Carta Magna de la ecología integral
Escuchar la voz de la creación
Secció: ECOLOGIA INTEGRAL
Per a «construir» junts...
«És detestable aquest afany que tenen els qui, sabent alguna cosa, no procuren compartir aquests coneixements». 
 (Miguel d'Unamuno, escriptor i filosof espanyol)
 Si el que aquí se t‘ofereix ho trobes interessant… 
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 Junts podem contribuir a ampliar la consciència «global» 
 Para «construir» juntos...
«Es detestable ese afán que tienen quienes, sabiendo algo, no procuran compartir esos conocimientos». 
 (Miguel de Unamuno, escritor y filósofo español)

 